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La sociedad del Ajedrez, ¿nadie quiere ser un peón?

El fin de semana desarrolle todas mis técnicas que sabía en el  juego de ajedrez de mi  hermano pequeño, desde cómo mover  un simple   peón hasta el grandioso “jaque mate”,  entonces  se me ocurrió que esta sociedad se asemeja bastante a un tablero de ajedrez,  donde todas las piezas son diferentes,  donde cada una de ellas cuenta con  un rol particular,   una diferente dirección,  ya saben, desde moverse en forma diagonal  hasta el caballo y su “L”,  en la sociedad es lo mismo,  algunos nacen como reyes, otros alfiles, caballos,  torres,  y los demás son peones, peones que sueñan con llegar al otro extremo y convertirse en alguna pieza de mayor valor,  como las mencionadas, ¿no es acaso lo mismo que sucede hoy?  Todos desean tener más y más, nadie se conforma con el rol que les toco, claro es obvio,  nadie quiere vivir mal o pasar necesidades, pero ¿cuándo termina todo? ¿Cuándo el  ser  humano se conforma? ¿Nunca? Estaremos eternamente pensando en lo que tiene el de al lado  y la forma en la cual  lo puedo superar o simplemente  esas ganas de  tenerlo todo  acentúa más esa segregación   característica de nuestro Chile. No se trata de decir que las cosas se queden en su lugar, pero hablemos de un equilibrio,  ya que siempre existirán diferencias,  eso es algo que  no se puede eliminar, sin embargo,  seria optimo que esa brecha fuese más delgada, es bueno que el rey también se mueva de su sitio.

 Hoy se habla de educación pública, gratuidad,  fin del lucro, etc. El derecho a educarte es algo que viene por defecto,  derecho crucial, el estado de chile tiene la obligación de brindar las herramientas para que los peones lleguen al otro lado,  y llevar un círculo de cambio de piezas,   un sistema que te permita igualarte con los demás, sin que ningún peón  entre con ventaja, da lo mismo si eres de plástico o de oro blanco, eso no garantizara que llegues primero,  pues al fin y al cabo  tu rol es el mismo. Jaque mate.

Eso es lo que sucede, perdí mi primer juego oficial de ajedrez con  un niño de diez años, subestime a los peones, como lo hacen nuestro queridos políticos, aunque claro, ellos no se mueven demasiado, temen a que el jugador los pueda dañar,  o que el tablero no sea de cristal, no desean avanzar junto con los peones, lamentablemente muchos de ellos no recuerdan que empezaron igual que todos nosotros, sin embargo, muchos no cruzaron el  camino completo, ellos tomaron un atajo, la trampa, el hacerse pasar por alfil,  y llegar antes,  no interesaba la igualdad, debido a que era un término olvidado, demasiado complejo para que los peones lo entendiesen, temían a que ellos  los dejaran en jaque, claramente es lo que sucede ahora, y nadie habla de  exigirlo todo de manera inmediata, sino que de forma progresiva, aunque no demasiado paulatina,  el rey debe demostrar por qué las demás piezas lo protegen y él darles el valor que se merecen a cada  una de ellas, no tratarlas como una masa inerte que no piensa, que no siente, nadie es menos importante, empero  las personas no comprenden aquello, quizás se deba a que  no se les valora como tal, sino más bien se les expone una realidad que simplemente no es para ellos, no  se trata de que el pobre lo sea por siempre o que todos seamos adinerados con mentes frívolas,  sino que se llegue a un balance, en donde el pobre se sienta integrado  y tenga opciones de llegar al otro lado, no que el jugador  los deje  a un lado como si no existiesen y que simplemente juegue con las piezas de más nivel,  no, la ida es integrar, que el peón no se sienta solo, que todas las partes del ajedrez se concentren en acompañar al más desprotegido, ya que de alguna  u otra forma todos comenzamos  igual, tal vez el enchapado es diferente, pero el rol es  uno sólo… avanzar. Puede que todo sea exagerado, una utopía, no me considero soñador, para nada, simplemente tenía la idea dando vueltas en la cabeza. Soy un simple peón en todo esto, pienso y luego me muevo, no actuó bajo el concepto de trampa, no me siento ni mejor ni peor que nadie, trato de llegar al otro lado, no por tener mejores cosas que el de al lado o llegar a ser rey de un tablero nuevo, no, lo hago a causa de encontrar mi propio jaque,  uno del que pueda estar orgulloso. No quiero que mal entiendan, pero si naciste como peón, que el objetivo de surgir sea sin fines de lucro ¿no?  Sé que la sociedad completa desea moverse, otros hacen presión con sus propias piezas para que eso no se lleve a cabo, pero nunca olvides que ser peón no es tan malo. Jaque Mate. Creo que esta vez gane.